Dicen que no se conoce Madrid de verdad hasta que no se descubre este lugar. Personas de todas las partes del mundo hacen una parada en este punto emblemático de Gran Vía en busca de su historia, y otras muchas lo han convertido en un fijo de sus agendas para disfrutar de una noche con amigos y un cóctel diferente. Museo Chicote luce desde 1931 en el corazón de la capital de España.

“Perico Chicote fue el mejor relaciones públicas de Madrid y ha sido un referente a nivel coctelería. Fue la segunda de Europa, la primera en España y era visita obligada de estrellas internacionales”, recuerda Rubén Gómez, encargado del Museo Chicote, sobre el fundador que le da nombre. Mientras habla, a sus espaldas, se pueden ver en el interior del local algunos de sus tesoros más preciados como las fotografías de los visitantes más ilustres.

“Hemos tenido más de 15 premios Nobel en estos 85 años. Esa botella que está ahí está firmada por Dalí. Por aquí han pasado Picasso, Hemingway…”, prosigue. Perico Chicote llegó a tener 20.000 botellas que aún se conservan. Todas eran regalos que le traían las estrellas de Hollywood, artistas, aristócratas o cantantes como Frank Sinatra. “Hay una anécdota muy bonita. Sofía Loren vino y le pidió que le regalara una que le gustó y él no quiso. Ella siempre decía que era el único hombre que le había dicho que no”, afirma Rubén entre risas.

Art Decó con dj’s y fiestas temáticas

Museo Chicote no ha querido perder su esencia. De aquella época se conserva el mobiliario, el suelo y la arquitectura originaria de Luis Gutiérrez Soto, patrimonio histórico de Madrid por ser uno de los pocos lugares Art Decó que quedan en España. Ahora pertenece al grupo Mercado de la Reina y sin renunciar a su historia sigue ofreciendo cócteles míticos con experiencias de vanguardia.

Abre de martes a sábado de 19:00 a 03:00 hrs para mayores de 18 años. “Trabajamos mucho el after-work pero Madrid es canalla y se llena sobre todo a partir de las 10 de la noche hasta el cierre. En fin de semana si no reservas es imposible venir”, recuerda Rubén Gómez. “Es un local que está muy vivo. Tenemos dj’s y cantantes en directo y hacen que lo más tradicional de la coctelería se una con lo más moderno hoy”, añade para hablar, entre otras, de sus fiestas temáticas semanales que vuelven este septiembre.

Los mejores cocteleros y las recetas de siempre

Los cócteles de Perico Chicote dieron fama a este lugar y muchos clientes se acercan con una idea muy clara de lo que buscan. “Depende del que venga. El más moderno siempre va al final a por el clásico de daiquiris, mojitos, etc. El especializado tira más por el Cosmopolitan, el Whiskey Sour, y luego está el que busca los cócteles antiguos. El “Chicote” es un cóctel de aperitivo que fue el rey durante muchísimos años, pero es más de mañana porque es a base de vermut. Luego había uno que se dedicó a Ava Gardner que es de los más vendidos y es muy excesivo porque ella era muy excesiva”.

El visitante, amateur o veterano se encontrará en la barra con expertos como Fernando que no dudarán en explicar su arte mientras confeccionan la bebida seleccionada. “Tenemos a los mejores cocteleros que hay en España, buscamos que mantengan la esencia y utilizamos las recetas antiguas”, afirma por su parte Rubén Gómez, responsable del museo. En esa selección de personal priman que sean referentes, tengan bagaje y que sepan combinar lo clásico con la llamada coctelería “revolution”. “Es la nueva coctelería que hemos creado, basándonos en actualizarnos y mejorar lo que tenemos ahora que este mundo está tan de moda”.

¡Dri Martini o Papa Doble, por favor!

Su carta es variada pero ellos mismos destacan, entre otros, estos dos cócteles. El Dri Martini era un fijo del cineasta Luis Buñuel y lleva lo que llaman “unas lágrimas” de vermut seco en un océano de ginebra. Para que esté a pedir de boca es necesario que los ingredientes se añadan en un vaso de mezcla con cubitos de hielo y se remuevan bien. A la hora de servirlo, sin hielos, en una copa de cóctel fría y adornado por una aceituna cruzada o exprimiendo el aceite de la piel de un limón.

Cuentan las leyendas que Buñuel podía irse de un bar sin decir adiós si no estaba a su gusto mientras que hacía reverencias si había quedado contento con el resultado. Un hielo menos frío o más pequeño por un mal golpe podía ser el responsable de tan distinto desenlace. Por eso, no dudaba en acudir a Chicote allá por la década de los 60 afirmando que era la “Capilla Sixtina” de los Martini.

El Papa Doble era cosa del periodista y escritor Ernest Hemingway. La versión del daiquiri que trajo a Madrid después de estar en La Habana. Por aquel entonces Chicote  ya albergaba su famoso museo de bebidas y en plena Guerra Civil española, mientras caían las bombas en el edificio de Telefónica, Hemingway escribía sus crónicas en una mesa del bar.

Hoy, tantas décadas después, cualquiera puede sentarse a contemplar parte de la historia saboreando lo último en cócteles. Ahora también se pueden ver a las estrellas de hoy como Pedro Almodóvar, Penélope Cruz o Antonio Banderas. Sin duda, una parada obligatoria en la agenda…

Alba Loredo